Nos encontramos ante un juego del que, salvo que hayáis vuelto ayer mismo de Marte tras una ausencia de tres años lejos de la Tierra, seguro que habéis escuchado de él y, casi siempre, cosas maravilllas. Hoy toca hablar de Titanfall, la creación de Respawn Studios exclusiva de Xbox One… y PC. Pero, ¿es tan bueno como para elegir la ‘next.gen’ de Microsoft en vez de la PS4 de Sony? Veremos…
Como seguro que sabéis perfectamente, la fase beta ha empezado hoy y ni cortos ni perezosos, nos hemos puesto a jugar muuuuy temprano para contaros lo que hemos visto. ¿Una primera impresión? Sí, uno de esos encontronazos que suelen decididr la relación que vamos a tener con un videojuego en los siguientes días, semanas, meses o años que es, al final, a lo que aspira este Titanfall.
El caso es que nada más ponernos a jugar se le notan las hechuras de multiplayer de los buenos, aunque sólo contemos con dos mapas disponibles y un modo entrenamiento que nos va contando todo lo que podemos hacer tanto con los pilotos como con los titanes. Que ya os aseguramos que no es poco.
Y es que en Respawn no sólo han cogido a esa especie de ‘mechas’ y las han rebautizado para que parezcan otra cosa, es que a los pilotos, los soldaditos de a pie que muchas veces se verán bajo las enormes patas de esos gigantes, también les han dado algunas armas para sobrevivir de la mejor manera. ¿Cuáles? Pues a eso vamos, a explicarlo.
Multiplayer de la cabeza a los pies
Las batallas comienzan según el modo que elijamos y así por ejemplo, en el Attrition luchan dos equipos frente a frente por conseguir puntos en temas como muertes sigilosas, disparos a la cabeza y los súper premios que son los titanes. Esos bandos son los llamados Militia e IMC, dos facciones que imaginamos que se llevan fatal visto cómo se reciben cuando unos ven a los otros. Pero vamos. El siguiente modo disponible es el Hardpoint que consiste en conquistar tres puntos estratégicos del mapa y mantenerlos.
Tanto en el Attrition como en el Hardpoint empezamos como pilotos pero según pasan unos pocos minutos (tres) se liberan por fin los titanes, por lo que ya podemos llamar al nuestro y empezar a pilotarlo para que la contienda adquiera tintes épicos. Obviamente, siempre habrá algún jugador que prefiera meterse directamente en la piel de estos ‘roboces’ así que para ellos, Respawn ha metido en la beta de Titanfall el modo Last Titan Standing donde nos desplegamos sobre el terreno metidos ya en la armadura y, ¡ojo!, en estas partidas no hay posibilidad de revivir: cuando nos matan hay que esperar ya a la siguiente ronda.
Seguramente que lo de menos serán los modos que, aunque importantes, no lo son tanto como el sistema de progresos ideado por Respawn. Y es que al modo de como hacen otros muchos FPS online, iremos ganando puntos de experiencia con cada acto que cometamos en el juego (muertes, pérdidas o evacuaciones a tiempo) y, sumando puntos, iremos avanzando de nivel. Eso supone acceder a nuevas clases de pilotos o de titanes y a mejoras en el armamento.
Por lo que hemos podido disfrutar, hemos visto que el único que sube de nivel es el piloto y el titán que podremos controlar simplemente se va adecuando a ese grado alcanzado por nuestro personaje. Ojo, aquí no quedamos encadenados a una clase concreta desde el principio ya que antes del ‘respawn’ podremos elegir entre algunas diferentes. Por ejemplo, con los pilotos empezamos optando entre Rifleman y Assassin y luego más tarde se abre CQB, que es una especie de ‘heavy weapon’, del mismo modo que el titán podrá ser Assault, Tank o Artillery. Luego, si avanzamos, podremos incluso personalizar tres titanes según el tipo de juego que queramos realizar: mayor velocidad, menos escudo y poder de ataque superior o menos velocidad, mayor escudo y ataque intermedio, por ejemplo.
Pilotos para qué os quiero
Pensaréis que habiendo titanes, para qué jugar con estos soldaditos que parecen insectos al lado de los gigantes, pero Respawn les ha reservado su buen sitio en la batalla otorgándonos una serie de movimientos increíblemente útiles que parecen sacados de un Prince of Persia o un Assassin’s Creed. Sí, habéis leído bien. Así por ejemplo, nuestro ‘char’ no sólo pegará tiros o saltará por las calles y edificios, sino que será capaz de correr por las paredes, agarrarse a los salientes para subir hasta las azoteas de edificios y, como guinda de todo el pastel, un doble salto al más puro arcade ‘made in Capcom’.
Con todo esto lo que Respawn quiere es que la batalla no baje de nivel manejemos a un titán o a un piloto ya que en ambos casos podremos llevar la batalla a las zonas más altas del escenario. Obviamente, esto también sirve para dar unas habilidades a los pilotos con las que podrán defenderse de los titanes, ya que todo lo que pierden en el cuerpo a cuerpo por el armamento (fusiles, ametralladoras y las armas anti-titán que son bastante efectivas), lo ganan en agilidad y posibilidad de escabullirse con dobles saltos o agarrándose a los salientes.
Encima, tendremos una especie de capucha que nos permitirá volvernos invisibles durante unos instantes para matar por la espalda al enemigo o simplemente escapar si acabamos entre varios titanes dándose cera por todos lados. En las partidas que hemos echado, hemos conseguido con los soldados hacer frente a los robots subiendo a las azoteas de edificios y, en una acrobacia increíble, subirnos a lomos de un titán de nuestro bando para echarle una mano pegando tiros.
Por cierto, a la hora de pilotar los titanes, podremos activar un modo automático que es terriblemente útil durante la batalla y que podría servir para darnos cobertura mientras con el piloto intentamos asaltar alguna instalación enemiga o cosas parecidas. La manera de operar es muy simple: fijamos los blancos, dejamos al titán disparando, hacemos lo que tenemos que hacer y luego le llamamos para que venga hasta nosotros y nos recoja.
Por último, los pilotos llevan un arma realmente divertida que es la Smart Pistol MK5 que nos permite elegir varios objetivos a la vez, hacer un único disparo y matarlos a todos. Es muy útil en el combate cuando tenemos tiempo para reaccionar o, en el mejor de los casos, cuando nos subimos a algún edificio y desde arriba la usamos, porque en el cuerpo a cuerpo no nos resuleve un problema con unos o varios enemigos.
La ira de los titanes
Pero está claro que si Titanfall se quedara en los pilotos y sus batallitas a ras de suelo, este título no habría llamado tanto la atención. Y si lo ha hecho es por los gigantes, por los robots, por los mechas o como queráis llamarlos. Ellos son las estrellas y el elemento diferenciador de un juego que conjuga a la perfección y sin fisuras, los dos tamaños por los que transita la batalla.
Los titanes no aparecen desde el principio salvo que el modo de juego nos deje hacerlo, por lo que siempre tendremos que esperar unos tres minutos hasta su despliegue en el campo de batalla. Esto se hace de dos maneras, o llamándole para que caiga justo delante de nosotros y nos subamos a él, o muriendo y eligiendo aparecer ya dentro del titán.
Una vez en su interior empezaremos a disfrutar de su potencial de fuego y, lo más importante, de un modo de desplazamiento que sirve para evitar los proyectiles o golpes. No creáis que por apuntar y disparar a bocajarro, el titán contrario no puede esquivar nuestros ataques. No. Precisamente, Respawn ha ideado un movimiento rápido en cada una de las cuatro direcciones para evitar precisamente eso, los golpes a corta distacia o los misiles que nos vienen por el horizonte.
También, nuestros titanes tiene un recurso en caso de fuego intensivo que es el escudo protector. Con él no sólo evitamos los impactos, sino que acumulamos los proyectiles que nos disparan y que podremos devolver al contrario para causarle todo el daño a él. Funciona bastante biern, pero cuando todos los titanes so ponen a utilizarlo, pierde mucha parte de su efectividad.
De esta manera la lucha no se convierte en un toma y daca a pocos centímetros y nos permitirá añadirle cierto componente estratégico para esquivar ataques o realizarlos dando rodeos. Por ejemplo, es muy importante saber manejar los puñetazos y patadas que son capaces de dar los titanes para que cuando el oponente esté ya en las últimas de energía, podamos matar dos pájaros de un tiros cogiendo al piloto y mandándolo volando a la otra punta del escenario.
Durante la batalla, además, podremos escapar del titán cuando esté a punto de explotar, ‘eyectando’ nuestra cabina para salir volando. Es en ese momento cuando, desde el aire, será posible con el piloto equiparnos con el arma anti-titán para acribillarlo desde arriba, en un último intento por finiquitar al enemigo que nos acaba de poner en aprietos.
Por cierto, las armas que lleva cada titán dependen del tipo que escojamos. Ya os dijimos que al margen de poder personalizarlos, la clase importa para ser coherentes en la batalla con nuestros actos. Así, mientras el ‘tank’ es capaz de aguantar muchos disparos, el ‘artillery’ es más ligero de armadura pero está mucho mejor equipado para causar daño. Ya sabéis, el típico sistema de piedra, papel y tijera que funciona siempre en los juegos online, desde FPS a MMORPG.
¿Qué nos ha parecido?
Hay que reconocer que a pesar de su sencillez y de tratarse de un FPS online puro y duro, hemos revivido viejas emociones de cuando los ‘shooter’ por internet eran una ‘rara avis’. No quiero remontarme a los primeros tiempos de los Unreal Tournamet o Quake III pero casi, por que las sensaciones han sido muy parecidas por esa apariencia de novedad que le confieren las luchas con mezclas de pilotos y titanes.
Seguro que habrá algún juego anterior que ‘mixe’ tamaños tan distintos pero Titanfall lo hace con una perfección increíble, ayudado evidentemente por el potencial de una consola llamada a hacer grandes cosas. En las muchas batallas que nos hemos echado, no hemos notado apenas ‘lag’ y lo poco que hay en cuanto a modos y clases funcionan muy bien. Tanto, que las batallas dan la impresión de no estar gobernadas por los típicos jugadores que ‘campean’ para acribillar a los osados que pasan por delante de sus narices.
Además, en los modos por equipo, la conjunción de pilotos y soldados es genial ya que se pueden tender trampas en mapas como el de Angel City poniendo a un titán en la calle y flanqueando desde lo edificios con pilotos esperando a los robots enemigos. Cuando estos llegan, el fuego cruzado de las armas anti-titan hace el resto.
Obviamente, tanta sofisiticación en las tácticas no llega hasta que llevamos mucho tiempo luchado, pero se puede llegar a disfrutar de partidas mucho más tácticas de las que podríamos imaginar. Además, no sabéis el subidón que supone estar a tiros contra un titán enemigo y ver de repente cómo llega por nuestra espalda el Séptimo de Caballería pegando tiros y tronando sus misiles mientras nos escondemos en algún portal o edificio cercano.
Titanfall es una auténtica maravilla, un juego que ya en la beta esboza muchas de sus enormes virtudes que, desde luego, podrían servir para que un usuario que quiera probar un FPS online ‘bastante’ novedoso y endemoniadamente divertido se decante por una Xbox One. EA y Respawn deben estar contentos pero mientras la beta avanza, nosotros ya estamos contando los días hasta su lanzamiento.
¡Ah!, y ahora con vuestro permiso me vuelvo a mi titán…
Imágenes del juego
El artículo Primeras impresiones de la beta de Titanfall para Xbox One se publicó en GamerZona.
FG_AUTHORS: José Luis Sanz
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