Tuvimos la ocasión de probar Wolfenstein The New Order y no la hemos dejado escapar. Bethesda y Machine Games recuperan un clásico de los videojuegos y lo llevan hacia un nuevo nivel, con una jugabilidad desafiante y estilo cinematográfico que ya está dando que hablar. ¿Candidato a liderar el género en 2014?
De momento, cuenta con los ingredientes para conseguirlo o, al menos, situarse entre los mejores. Como apuntábamos al inicio, el equipo de Machine Games lleva las riendas del proyecto, bajo la atenta mirada de Bethesda. Sólo con este detalle ya deberíamos respirar tranquilos pues constituye un sello de garantía para cualquier jugador.
Entre las filas del estudio sueco encontramos gente de reputada experiencia, que viene de demostrar su talento en series como Riddick o Darksiders, y en el caso de Bethesda hablamos de una de las compañías más regulares y sólidas de la escena, pues sus últimos lanzamientos se han situado en lo más alto del top y ahora, tras la publicación de Dishonored, intentarán apuntarse un nuevo tanto. ¿Lo conseguirán?
Como decíamos, tuvimos la oportunidad de probar una versión bastante avanzada del juego y lo hicimos en PlayStation 4, donde saboreamos todos y cada uno de los niveles disponibles. Como sabemos que la expectación por el título es máxima, así que iremos directamente al grano, comentando los aspectos más destacados de este prometedor título.
Reinventando un clásico. Reimaginando la historia
¿Qué pasaría si los nazis hubieran ganado la guerra? Este es el interesante punto de partida que propone Machine Games en el nuevo Wolfenstein. Los esfuerzos de B.J. Blazkowickz y sus compañeros resultaron en vano. Los nazis ganaron la guerra gracias a una tecnología devastadora, aquella que les dio la victoria y les permite liderar con puño de hierro la humanidad. Tras pasar 14 años en coma, despertamos y nos unimos a la resistencia combatiendo contra todo tipo de maquinaria y criaturas. Y hasta aquí podemos leer, pues en Wolfenstein The New Order la historia cuenta, y mucho.
Esta será la primera gran sorpresa para los gamers. Estamos ante un título que ofrece un vibrante pulso narrativo, y lo mejor de todo es que lo consigue haciéndonos partícipes de la trama. A pesar de contar con un estilo cinematográfico muy marcado (veremos incluso escenas algo románticas) la transición entre cinemáticas y gameplay se da de un modo muy natural, en parte gracias a un apartado técnico y artístico sobresaliente y una banda sonora que bien podría sonar en una película de Tarantino.
Además, podéis respirar tranquilos pues no seremos un simple espectador. Desde los primeros compases, tomamos parte en el combate, en situaciones vertiginosas y dramáticas, lo que nos dejó claro que estamos ante un absorbente juego de acción, reforzado por una gran variedad de situaciones y por una flexibilidad sobresaliente. Durante las casi tres horas que pasamos jugando al título disparamos a bordo de un avión, tomamos torretas, escalamos muros e incluso buceamos. Todo ellos con una arsenal de lo más llamativo, un sistema de progresión muy completo y la certeza de estar ante un juego de nueva generación que, para fortuna de aquellos que todavía no han dado el salto a la Next Gen, también verá la luz en las consolas actuales.
Vieja y nueva escuela, unidas
Es curioso pues la jugabilidad combina lo mejor de la nueva y vieja escuela. Para que os hagáis una idea, estamos ante un sistema de manejo muy clásico. Apuntamos y disparamos, sin coberturas pero con posibilidad de deslizarnos. No faltarán las ejecuciones y algunas de ellas serán realmente impactantes pero, en esencia, podríamos definir el control como accesible y sin complicaciones. ¿Significa eso que estamos ante un juego pasillero y tradicional? Nada más lejos de la realidad. De hecho, el sistema de combate es tan fresco como exigente, algo que celebramos y agradecemos.
En el nuevo Wolfenstein disfrutaremos de una libertad y un nivel de desafío de lo más estimulantes. Lucharemos con un amplio arsenal de armas pero la munición se agotará en más de una ocasión, lo que nos obligará a actuar con cabeza. Y a pesar de que contamos con un sistema de salud regenerativa, éste sólo se llenará hasta un limite lo suficientemente bajo como para obligarnos a medir muy bien cada uno de nuestros pasos. Si a ello le añadimos que no hay cobertura, podéis imaginar que no estamos precisamente ante un juego fácil. Siendo claros, el nivel de desafío no está en su control sino en cómo nos desenvolvamos ante el enemigo.
Desafiante y flexible
Además, todos estos cánones, muchos de ellos con sabor añejo, se adaptan a mecánicas que comienzan a consolidarse en la nueva ola de juegos de acción y sigilo. No estamos ante un sandbox pero al igual que en títulos como Dishonored, Deus Ex Human Revolution o Hitman, tendremos varias rutas para concluir cada uno de los objetivos. Nosotros elegimos si vamos en plan Rambo o como un agente sigiloso. Ambas vías pueden resultar igual de efectivas y en última instancia dependerá del jugador adoptar una u otra. Y por supuesto, contaremos con un sistema de progresión. Hasta cuatro apartados podremos mejorar de nuestro perfil: sigilo, táctica, asalto y demolición. El sigilo nos permitirá mejorar nuestro lanzamiento de cuchillos o llevar más de ellos encima. El área táctica aumentará la velocidad del cambio de arma y nos permitirá regenerar nuestra barra de salud a mayor velocidad. Por su parte, las habilidades de asalto nos permitirán correr más o aumentar nuestra munición, mientras que las de demolición ampliarán el número de granadas que podremos portar y conseguirán, por ejemplo, que detonen inmediatamente después de impactar con el objetivo.
Para equilibrar este sistema de juego, se ha adoptado un mecanismo muy inteligente. Cuando lleguemos a una zona de combate, veremos un montón de guardias patrullando el enclave pero todos ellos estarán a los mandos de los comandantes y si conseguimos eliminar a éstos últimos evitaremos que salten las alarmas y seamos detectados. De este modo, se refuerza la vía del sigilo y la infiltración de un modo estimulante.
Asuimismo, apenas contaremos con indicaciones para guiarnos, por lo que el mapa desempeñará un papel muy importante en la jugabilidad y os aseguramos que en alguna ocasión costará deshacer nuestros pasos y dar con la ruta correcta. De hecho, el título refuerza la exploración pues encontraremos información adicional sobre la historia de la Historia, así como objetos de máxima utilidad, ya sea un botiquín o la siempre bienvenida munición. Ah, y si tanteáis bien el escenario, descubriréis más de una zona secreta.
Un título compacto y prometedor
A nivel técnico, la fluidez del motor id Tech 5 es digna de mención. En nuestro caso, probamos el juego en la consola PlayStation 4, y el nivel de detalle de los interiores es sencillamente alucinante. Pero más allá de lo estético, descubrimos detalles muy atractivos. Podremos romper elementos del escenario e interactuar con un buen número de objetos, y ya en el exterior, libraremos desafiantes batallas, en algunos casos con multitud de elementos en escena y en algunos casos contra desafiantes jefes finales. En otras palabras, la solidez que le pedimos a un juego de nueva generación.
Además, la puesta en escena está cuidad al extremo, con un estilo visual y una banda sonora que conectan a la perfección jugabilidad y narrativa, como pocos juegos son capaces de hacer. En síntesis, un juego que se sitúa en nuestros favoritos gracias a su firmeza narrativa, su absorbente y divertida jugabilidad y su brillante apartado artístico. ¿Mantendrá este nivel durante toda la aventura? Estamos deseando comprobarlo.
Wolfenstein The New Order se estrenará el 25 de mayo en Xbox 360, PS3, Xbox One, PS4 y PC.
El artículo Nuevas impresiones de Wolfenstein The New Order se publicó en GamerZona.
FG_AUTHORS: Santiago López
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