Microsoft ha vuelto a mostrar con todo detalle el nuevo control de la plataforma, dejándonos ver incluso el interior del mismo. Lo hace al mismo tiempo que anuncia su futura compatibilidad con PC. Por su parte, la compañía vuelve a recular y elimina la obligatoriedad de su sensor de movimiento en Xbox One.
A pesar de todo lo que se ha dicho y visto en torno a la nueva generación de consolas, aún nos queda por saber algunos aspectos más. Ejemplo de ello es la nueva “oleada” de información que nos ha llegado desde Redmond a través de diferentes medios internacionales. En esta ocasión, con los dos principales periféricos como los absolutos protagonistas.
En primer lugar, el rediseñado mando con que llegará la nueva plataforma. Éste se ha convertido nuevamente en centro de atención a partir de un nuevo vídeo publicado por la compañía y en el que nos analiza las mejoras y cambios introducidos con respecto a su sucesor.
Un repaso en imágenes de lo que ya se sabía hasta ahora: mejor adaptación a la posición de las manos, una cruceta aún más eficaz, integración de la batería, o unos sticks analógicos con un mejor agarre, como los más destacados de los cuarenta cambios que asegura la compañía haber introducido en él. Entre ellos también son destacables los cuatro motores de vibración, una menor distancia entre los botones o la opción de bajo consumo, en la que entra mientras no lo usemos pero mantengamos la consola encendida (visualizar una película, serie, etc).
Todo ello para permitir un uso aún más confortable incluso, “después de ocho horas jugando”, como nos aseguran en el siguiente vídeo donde, incluso, nos muestran el interior del mando para dejarnos ver el gran esfuerzo que el equipo de desarrolladoras han puesto para crear el control definitivo. Como dice Major Nelson, no intentéis hacer esto en casa.
Junto a esas mejoras, como hemos podido escuchar, la compañía ha desvelado su intención de conseguir la compatibilidad de este mando para los juegos de PC. Una posibilidad que será efectiva a partir de 2014, cuando podremos utilizar el control de la nueva Xbox en nuestros compatibles (lógicamente, en juegos para Windows).
Kinect se convierte en opcional
El otro protagonista del día ha sido Kinect, sobre el cual Albert Penello, jefe de departamento de planificación de Xbox, ha vuelto a insistir en que el grado de privacidad lo elegirá el propio usuario, ya que tendrá la opción de apagar el dispositivo hasta que éste desee volver a encenderlo con una simple orden de voz. Obviamente, al tenerlo apagado, algunos de los servicios que ofrece el sensor estarán igualmente desconectados.
Pero la gran novedad en torno al nuevo sistema es, en realidad, un nuevo cambio en la estrategia original de la compañía para con la consola. Porque si desde el principio nos advirtió que Kinect 2 iba a ser obligatorio para el funcionamiento de la plataforma, ahora ha dejado de serlo.
Así lo ha confesado Marc Whitten, uno de los máximos responsables del departamento de Xbox, al portal IGN, donde se ha sometido a una entrevista virtual. En ella, ha subrayado que el hardware podrá funcionar ahora sin necesidad de encender el sensor de movimiento, e incluso conectarse a la red y acceder al multijugador manteniéndolo apagado, eliminando así la obligatoriedad de encenderlo al menos una vez.
Un nuevo paso atrás una vez que la compañía ha decidido escuchar a los usuarios para redefinir una política que le estaba causando preocupantes críticas que podían afectar a sus ventas. ¿Qué os parece este nuevo guiño a los consumidores? ¿Esperabais que diera marcha atrás también en este aspecto? Eso sí, si Kinect permanece apagado, el usuario se perderá todas esas grandes funciones que nos promete traerá consigo el dispositivo para Xbox One.
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