La compañía estadounidense ha rectificado sus puntos más polémicos y da un giro de 180 grados en su política para con su nueva consola, especialmente en torno a las famosas medidas DRM. Importantes cambios que supone una victoria de los consumidores a una política sin sentido. Xbox One vuelve a ganar puntos.
Así lo han entendido muchas voces pertenecientes al interior y al entorno de la industria. GameFly, por ejemplo, una empresa nortemaericana dedicada al alquiler de juegos, califica dichos cambios como una enorme victoria por parte de los usuarios porque de esta manera se ofrecen más posibilidades a éstos. “Aplaudo a Microsoft por escuchar a sus consumidores”, ha señalado su fundador, Sean Spector, según recoge el portal Joystiq.
También en este sentido se ha manifestado la cadena de tiendas GameStop, quien considera este giro como “grandes noticias para los jugadores”, al tiempo que “da la bienvenida a los cambios introducidos en la funcionalidad de su consola de nueva generación”, ha comentado un representante a Polygon.
Lógicamente, el punto donde se centran estas alabanzas tiene que ver con el mercado de segunda mando, que se verá ahora libre de cualquier traba y seguirá funcionando tal y como lo ha hecho hasta ahora en la nueva Xbox.
Los cambios importantes
Porque uno de los mayores cambios confirmados por la compañía norteamericana a través de su web de noticias oficial consiste precisamente en eliminar cualquier tipo de restricción en la compra-venta de juegos y en el régimen de préstamo, a excepción, claro está de los títulos adquiridos a través de descarga.
La consiguiente eliminación de la licencia sobre los juegos supone igualmente la imposibilidad a partir de ahora de poder acceder a tus juegos en otras consolas sin necesidad del disco, tal y como proponía la consola. El tener vinculado un juego a la cuenta permitiría al propietario acceder a éste desde cualquier plataforma; algo que, por tanto, no será posible y que constituye quizá el único punto negativo de este cambio (aunque sin duda insignificante en comparación con los beneficios que aporta).
También se borrará cualquier obligación de conectar la consola a Internet. Desechado desde el comienzo la posibilidad de una conexión permanente, la compañía anunciaba que su nueva Xbox requeriría una conexión cada 24 horas para permitir el acceso a sus contenidos. Pues bien, dicha exigencia también se elimina para poder acceder a juegos y contenidos offline.
El tercer gran cambio tiene que ver con las restricciones territoriales, en torno al cual también recibió duras críticas, especialmente sabiendo que su rival, PlayStation 4 fulminaba cualquier limitación por región, tal y como ya era su PS Vita. A partir de ahora, también la nueva Xbox será region free, por lo que podrá leer los juegos independientemente de qué lugar del mundo proceda.
Todo gracias a las críticas
Ha sido Don Mattrick, presidente de la sección de entretenimiento interactivo de la compañía, uno de los encargados en anunciar este giro en la política de la nueva consola, dejando claro que todo ello se debe al empuje de los usuarios: “Nos habéis dicho lo mucho que adoráis la flexibilidad que hoy tenéis en el mercado de los juegos. La posibilidad de prestar, compartir y vender esos juegos a tu elección es muy importante para vosotros. También lo es la libertad de jugar offline durante el tiempo que se desee y en cualquier lugar del mundo”, ha señalado.
Un mensaje que finaliza agradeciendo todos los comentarios lanzados por los consumidores: “Por ello, anuncio los siguientes cambios en Xbox One y cómo podréis jugar, compartir, prestar y comerciar con vuestros juegos exactamente como lo hacéis ahora en Xbox 360. Apreciamos vuestra pasión, apoyo y disposición para desafiar las hipótesis sobre la licencia de juegos y la conectividad”.
Cosas que permanecen
Al mismo tiempo, Marc Whitten anunciaba en IGN que a pesar de ello, otros aspectos de la política de la compañía para con la consola permanecerán tal y como se anunciara en su momento, entre ellas, la obligación de conexión el primer día que accedes a un título, pues la llamada actualización del día 1 de todo título que llegue a la consola seguirá siendo obligatoria.
También seguirá siendo imprescindible el uso del sensor de movimiento, Kinect, ya que Whitten confiesa que siguen convencidos de que su aplicación a los juegos supondrá un cambio revolucionario en la manera de experimentar con ellos.
¿Qué os parece la rectificación? ¿Supone realmente una victoria de los usuarios? ¿Recuperará la distancia que se había abierto con respecto a PS4? Está claro que rectificar a tiempo es de sabios, y desde Redmond lo han hecho. Seguid atentos a cualquier novedad sobre esta Xbox One.
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