Blog: la ‘tasa Google’ o cuando aquí improvisa todo el mundo

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Antes de nada, disculpadme por no hablar este fin de semana de juegos. Será la primera y la última vez. Pero lo que ha ocurrido esta semana pasada con la aprobación de la tasa Google en España que puede poner en peligro Google News, es la gota que colma el vaso de la paciencia de quienes hemos vivido la evolución de muchas de esas compañías que quieren, ahora, que sean otros los que arreglen los desaguisados económicos que ellos mismos han provocado.

Cuando uno es un enano, siempre mira con ojos alucinados el mundo de los mayores y, al margen de querer llegar cuanto antes, cree imaginar que se trata de un lugar perfecto en el que las cosas tienen siempre un por qué tras el que andan personas de fuste. Hechas y derechas.

El caso es que cuando uno llega a esa adultez y empieza a ver ciertas cosas, cae en la cuenta que ese lugar idealizado no lo es tanto y que esas cosas que deben estar ahí porque hay un por qué, pues como que no lo hay. Que “tó Dios” (gobiernos, corporaciones, empresas, etc.) improvisan sobre la marcha, lanzan un producto/servicio y cuando es un éxito y se forran, empiezan a llegar los daños colaterales que nadie imaginaba, los resultados no previstos y las frases del estilo “¿y qué hacemos ahora?”.

Ejemplos los hay a patadas. Internet nos vale. A mediados de los 90, cuando todavía era un recién nacido y empezó a ser una palabra de dominio público, nadie sabía exactamente la revolución que iba a suponer. Nos hacía gracia eso de entrar en un buscador, encontrar fotos de lugares en los que nunca habíamos estado y flipar con la cantidad de información que había disponible.

Todas las industrias vendían en formatos físicos: música, cine, televisión, videojuegos… prensa. Todos le reíamos las gracias al recién nacido y entre ‘gugu-tatas’ y pedorretas, internet se hizo mayor, y el cachorro de los 90 creció hasta convertirse en un terrible tigre de Bengala que, hoy, se lo está comiendo todo con sus dientes afilados del ‘gratis total’. Y todo el mundo se queja. Así que tras los más de 20 años transcurridos y vistas las consecuencias… ¡¡resulta que nadie tenía un plan!! Todo era improvisado y absolutamente nadie fue capaz de imaginar todo lo que podría pasar.

No os contaré lo que pasó con la música, las películas, los cines, los videojuegos y los libros por que ya lo sabéis: los formatos físicos fueron cediendo paso a los digitales y salvo excpeciones, nadie aprendió nada hasta que el camión de 18 ruedas ya les había pasado por encima. Lo que entendieron no fue ni por conocimientos ni por talento ni por intuición: fue llana y simplemente por aplastamiento, por padecer en sus carnes lo que significa ‘no entender el mundo en el que vives’.

Y las grandes editoriales (de periódicos y revistas) españolas que vienen del papel tienen un problema que es ‘su’ problema. Que es el de no entender, no hoy, sino hace 10 ó 15 años, la que se les venía encima. Sabían que existía internet, sabían que el papel tenía los días contados y no hicieron nada. Simplemente se sentaron sobre las pilas de periódicos (o revistas) que vendían llenos de publicidad a 6.000, 10.000 o 20.000€ la página, se fumaron varios puros y pensaron que nadie les iba a bajar del ‘machito’.

Pues bien, ya les han bajado al fango, al suelo, y ha sido un tal internet, que se ha hartado de que vivan en ‘otro mundo’, ese en el que se pagan sueldos del pasado, fuera de mercado, con estructuras que solo sirven para hinchar los gastos de unas cuentas de resultados que no les cuadran por muchos periódicos que vendan. Pero ahí no está lo grave. Es que estos señores que no han visto venir lo que hoy ocurre y saben perfectamente que esa realidad que han vivido ha muerto, ya no existe, no se puede sostener pero se niegan a aceptarlo. ¿Y quién va a pagar esos desmanes? Google.

Pues permítanme decirles una cosa desde aquí. Ese mantra del ‘vamos a aguantar el papel hasta que las perdidas se equilibren con los ingresos online’ no es verdad. Tengo que darles una mala noticia. No llegará nunca ese escenario. Jamás lo que pierdan por un lado lo van a resolver por el otro (aunque Google les pague una millonada) por que no les va a quedar más remedio que empezar a podar: a quitar ramas de departamentos, de sueldos insostenibles, gastos superficiales y empezar a pensar SOLO en online. En sus contenidos. En periodistas.

Google no tiene por qué pagar la inutilidad de los muchos directivos que no han visto más allá del ‘gramaje’ del papel en el que imprimían. Google no tiene por qué seguir pagando a los consejos de administración de las editoriales españolas sus sueldos de papel y no de online. Google ha hecho los deberes y los dueños de los medios de comunicación españoles no.

Es así de sencillo. Así que ahora toca esperar y ver cómo caen todos, uno detrás de otro, entre llamamientos a su rol como ‘valuartes de la libertad de expresión’ en España, en el momento que los de Mountain View dejen de enlazarles desde Google News. Entonces, como el camión de 18 ruedas, comprenderán que Google no es el enemigo, sino su principal aliado. Pero tendrán que volver a ser atropellados para que lo entiendan.

¡Ah!, y perdonad que hoy no haya escrito sobre videojuegos. No volverá a pasar…

El artículo Blog: la ‘tasa Google’ o cuando aquí improvisa todo el mundo se publicó en GamerZona.

FG_AUTHORS: Jose Luis

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