Si hay un personaje que tiene mucho callo en esto de los videojuegos y es un clásico que asoma la cabeza cada pocos años, esa es Lara Croft y sus Tomb Raider que desde el año pasado ha vuelto a encarrilar su carrera hacia un género que es del gusto de los usuarios: las aventuras de supervivencia, ¿hiperrealistas? y que ponen en manos de los QTE parte de su tremendo espectáculo.
El caso es que aprovechando el lanzamiento el año pasado de Tomb Raider para PS3, Xbox 360 y PC, Crystal Dinamics ha visto un hueco para colarse en la ‘next-gen’ haciendo lo mismo que hemos podido ver de otras compañías que, con unos cuantos retoques gráficos, lanzaron sus Call of Duty, Assassin’s Creed y Battlefield de turno aprovechando el tirón. ¿Versión HD remasterizada? No, Definitive Edition, que es como decir que es mucho mejor que la que vimos el pasado año.
El caso es que si ya jugaste con él y te lo acabaste, volver a caer en sus garras en PS4 y Xbox One no es de obligado cumplimiento, salvo que tu amor por la heroína de Square Enix sea desmedido. El juego se desarrolla del mismo modo, con las mismas fases y sin meter ningún elemento que lo diferencie de la ‘old-gen’. Así que de cabo a rabo la experiencia es la misma, sin cambios.
¿Entonces? Tomb Raider Definitive Edition se ve de la misma manera que los disfrutaríamos en un PC de gama alta del año pasado, con la misma cantidad de efectos en las luces, texturas y demás, aumentando incluso el ‘framerate’ hasta los 60 fps constantes durante toda la partida. Sin duda, aunque siempre hemos creído que esto de la ‘next-gen’ era un invento para sacarnos los cuartos, lo cierto es que se notan mucho esas mejoras, llevando la saga a una dimensión que no habíamos visto jamás en consolas.
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El artículo Análisis de Tomb Raider Definitive Edition para PS4 y Xbox One se publicó en GamerZona.
FG_AUTHORS: José Luis Sanz
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