El evento en el que se dio a conocer PlayStation 4 podría acabar por jugar en contra de Sony. La decepcionante puesta de largo de su nueva consola podría ser aprovechada por su gran rival Microsoft en la futura presentación de Xbox 720.
Sony se encargó en marcar la excepción en la famosa regla “quien da primero, da más fuerte”. Los primeros detalles de lo que será su PS4 han dejado un sabor de boca agridulce entre medios y público y las críticas no se han hecho esperar en la Red. Una gala en streaming, larga, aburrida y en la que se obviaron detalles de gran importancia como el precio del equipo fue rematada con la ausencia del protagonista del evento, puesto que la firma japonesa sorprendió a todos y no mostró el diseño final de la consola. Solo el mando DualShock 4 hizo acto de aparición para frustración de quienes esperaban un contundente golpe de efecto de la compañía nipona.
No en vano, esta demostración de fuerza se antojaba más necesaria que nunca. El momento económico por el que atraviesa el gigante asiático dista mucho de ser el idóneo y ya ha admitido que serán sus videoconsolas y smartphones los equipos de los que pasará a depender, una vez ha perdido su hegemonía en sectores tecnológicos donde dominaba como el caso del mercado de los televisores.
A diferencia de lo sucedido con la actual generación de consolas domésticas, Sony optó por adelantarse a Microsoft a la hora de dar los primeros detalles del nuevo proyecto. La idea pasaba por ganarse al público de la Next Gen antes de que su rival lo haga y se sume un nuevo tanto como ya ha hecho con Xbox 360, que recordemos tiene tomada la delantera en ventas a PS3 a día de hoy según los datos de VGChartz (74,3 millones de Xbox por los 72,8 millones de PlayStation 3).
Sin embargo, la decepcionante muestra inicial de PlayStation 4 podría volverse en contra de Sony si Microsoft juega sus cartas con sentido común. Una vez vistos los errores cometidos por el gigante nipón, la compañía de Redmond ha debido tomar nota para no repetirlos en su futura presentación, que podría darse en un evento previo al E3 2013 de Los Angeles.
Varias opciones para mejorar la exhibición de Sony
Para empezar, la firma norteamericana mejorará la imagen de cara a los medios y al público si desvela la imagen de su próxima Xbox. Como hemos dicho, la falta de una muestra física de PS4 ha sido el aspecto más criticado y es de esperar que la compañía presidida por Steve Ballmer no cometa este grave error. A ello hay que unir otros detalles que resultan fundamentales para ganarse la admiración y el entusiasmo del público, como mostrar sus juegos en acción en la propia consola (y no en PC como ha hecho PS4 en casos como Watch Dogs), desvelar detalles fundamentales como el precio y las especificaciones técnicas así como anunciar nuevas franquicias exclusivas de primer nivel. Recordemos, por ejemplo, el gran impacto que tuvo Project Natal (bautizado finalmente como Kinect) en su presentación en el E3 2009, por lo que experiencia no le falta a la multinacional para sorprender con sus dispositivos.
Si a ello se le une una gala de presentación más amena e interesante que la ofrecida por Sony en Nueva York con más de 2 horas de duración dejando los citados detalles en el tintero, Microsoft conseguirá mejorar la opinión hacia su equipo. La ocasión para sacar los colores a su gran rival en la Next Gen pinta ideal, pero habrá que ver con qué criterio lleva a cabo su plan y si finalmente sorprende más de lo que ha hecho la nueva PlayStation.
¿Por qué flanco creéis que atacará Microsoft para ganarse a los usuarios con su futura Xbox?
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