MOGA ACE POWER Controller convierte tu iPhone o iPod en una consola portátil

Hay veces que, aunque ya se haya empezado o ya esté en marcha algo, falta que alguien dé un golpe definitivo en la mesa para que realmente coja fuerza. Es posible que estemos ante uno de esos momentos. La compañía MOGA ha lanzado al mercado hace unas semanas el ACE Power Controller, un accesorio que convierte un dispositivo iOS en un auténtica consola portátil. Lo hemos estado probando durante una semana y aquí os dejamos nuestras conclusiones.

No es un mercado nuevo: la interacción con el ordenador o consola es la esencia de un videojuego, el toque humano. Hay algunos que prefieren teclado y ratón conectados a un PC, pero la inmensa mayoría prefieren un mando específico, dedicado y cómodo. En los últimos años y gracias a la masiva expansión de tablets y smartphones en el mercado se ha introducido un nuevo paradigma de juego con las pantallas táctiles. La potencia combinado con la portabilidad de éstos ha creado un mercado de juegos de todos los tipos y géneros, pero algunos quizá no se llevan del todo bien con los dedos en la pantalla.

No es que sea necesariamente malo, sino que con un mando físico ganamos en precisión y jugabilidad. Precisamente es lo que hemos notado en nuestro tiempo con el mando: ya no invadimos la pantalla, con lo que tenemos todas las pulgadas reales del dispositivo que antes estaba comprometido por nuestras manos. Esto evidentemente se nota menos en juegos que se han desarrollado específicamente para aprovechar la entrada táctil, donde seguramente el mando queda fuera de escena.

El controlador viene empaquetado con la debida protección de transporte, un manual, un cable micro USB y dos juegos de soportes (en función del dispositivo que se vaya a conectar). Importante: solamente es compatible con dispositivos que tengan conector Lightning, como el iPhone 5s, 5c, 5 y iPod touch de quinta generación. El iPad Air y Mini evidentemente no son compatibles por su tamaño.

El mecanismo es bien sencillo: el controlador se expande para acoger al dispositivo y lo “abraza” por los lados. Una vez montado, queda perfectamente centrado y agarrado. Aunque tenga un seguro para bloquearlo por detrás, no hemos notado que el dispositivo se tambalee o que el controlador se venza fácilmente, ya que el recorrido necesario para extraer el dispositivo es largo además de ser retráctil (hace falta las dos manos para expandir el controlador, desconectar el dispositivo y retraerlo).

En nuestras pruebas nos hemos viciado a tres juegos: Dead Trigger 2, Muffin Knight y Sky Gamblers: Storm Raiders. Cabe destacar que el producto de MOGA como otros de su categoría estrenan su presencia en el programa MFi de Apple (Made for iPhone/iPod/iPad), lo cual significa que son los primeros dispositivos oficiales y autorizados para este fin. Aunque ya lleve años con nosotros el iPhone y iPod, iOS 7 es el que realmente ha abierto esta posibilidad a los desarrolladores. De manera nativa, el sistema operativo soporta este tipo de accesorios, de allí a que aparezcan ahora en el mercado.

Por este motivo principalmente, los juegos que quieran hacer uso de mandos externos no tendrán que recurrir a dispositivos propietarios o desarrollados ad-hoc, sino que solamente deberán cumplir el estándar. De hecho, MOGA pone a disposición de los usuarios un catálogo de juegos compatibles en su web, para ir consultando si tu juego preferido ya lo es.

Volviendo al juego: creemos que no hay mejor manera de explicar este accesorio que comparándolo con ejemplos reales. Dicen que las comparaciones son odiosas, pero en este caso nos permitimos la excepción: cuando montas el MOGA con el iPhone 5s o iPod touch como ha sido nuestro caso, el resultado final a nivel de ergonomía es como si se fusionara una PSVita con un DualShock. Todas las ventajas de una consola portátil, combinadas con la ergonomía extra que da un mando con forma adaptada a nuestras manos.

El mando cuenta con dos joysticks analógicos a ambos lados (el izquierdo más elevado que el derecho, lo cual se hizo raro durante las primeras rondas en función del juego), además de un D-Pad izquierdo y cuatro botones de acción a la derecha. Para complementarlo, cuatro gatillos (dos a cada lado) y un botón de pausa en el módulo izquierdo que lo igualan a mandos clásicos de la Xbox o PlayStation.

Suponemos que se debe a las primeras versiones de como los juegos han ido incorporando compatibilidad con este tipo de dispositivos, pero hemos echado en falta más precisión en los joysticks analógicos que tanto les popularizó en mandos como el DualShock. En concreto, volando nuestra avioneta en Sky Gamblers: Storm Raiders ha costado cogerle el tranquillo, aunque a favor de este juego concretamente hemos de decir que permite un modo de pilotaje híbrido entre el acelerómetro y el controlador (si bien algo lioso, permite contar con un poco de precisión para giros leves). Y probablemente podríamos haber matado algún zombie más en Dead Walking 2 si hubiésemos tenido mayor precisión a la hora de girar la mirada y apuntar con el arma.

Por otra parte, hemos notado la ausencia de vibración en el mando; que reaccione a golpes, balazos, etc… e incluso se echa de menos más aún con el iPod touch que carece de vibración interna. Era una oportunidad de oro para reforzar este aspecto, aunque si juegas con un iPhone percibes las vibraciones del propio teléfono. Una vez más, desconocemos si no se ha implementado por restricciones del protocolo o si lo veremos más adelante. En cualquier caso, no hay que sufrir por las vibraciones que genere el iPhone mientras está montado en el mando, ya que está firmemente anclado al mismo y las piezas que lo adaptan están ligeramente acolchadas.

Como gran punto a favor destacamos la batería interna que carga el dispositivo mientras se juega. Ojo que esto es un arma de doble-filo: cargar el dispositivo obviamente drenará el mando antes, aunque en nuestro caso apenas lo tuvimos que cargar una vez en una semana de juego moderado (fuimos alternando el uso de la batería interna). Y sobre todo, la portabilidad: el mando queda replegado a una dimensión mínima comparado con su estado operativo, lo cual facilita su transporte a cualquier parte. Eso sí, olvídate de cargar el mando, el móvil y jugar de manera simultánea ya que tanto no le podemos pedir.

Los controladores de juegos para smartphones, ya sea el MOGA u otro como el Logitech PowerShell, representan un invitado incómodo en el mercado de las consolas portátiles que ya de por sí no goza de la salud que tuvo hace unos años. Y aunque no tenga la cuota de mercado mayoritaria, el respaldo de Apple de este tipo de dispositivos a través de iOS y su programa MFi supondrá un gran empuje: al desarrollar su interfaz con el sistema en una API estandarizada del sistema, este accesorio teóricamente valdrá para todos los dispositivos que compartan conector y dimensiones aproximadas, lo cual garantiza su vida a medio plazo y entre varios modelos.

En resumidas cuentas, si buscas otra manera de jugar a juegos en tu iPhone o iPod de última generación, echa un vistazo a MOGA. Ten en cuenta la (posiblemente solucionable) falta de precisión en los mandos analógicos y la falta de vibración reforzada, pero por otra parte, valora las horas extra que te proporcionará el dispositivo. Si te lanzas a por ello, prepárate para pagar 100€. ¡A jugar!

El artículo MOGA ACE POWER Controller: convierte tu iPhone o iPod en una consola portátil se publicó en GamerZona.

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