Las últimas afirmaciones de la compañía norteamericana sobre las grandes mejoras en rendimiento que permitiría el servicio en la nueva consola han sido calificadas de fraude. La fabricante había calculado que la potencia de Xbox One se multiplicaría gracias a la inclusión del servicio en nube.
Algo que no parece haber convencido a Jonathan Blow, creador de Braid y que en estos momentos se encuentra desarrollando The Witness para la próxima generación de consolas, aunque en principio en exclusiva para PlayStaion 4. Así lo ha expresado a través de su cuenta oficial de Twitter, como respuesta a la información que había surgido en torno a una de las principales novedades de la nueva consola.
En su peculiar tono (un tanto directo rozando incluso el ofensivo), el desarrollador indie califica de timo lo dicho por la compañía al respecto de la gran capacidad de servidores que aportará la nube a la nueva plataforma. Recordemos que desde Redmond anunciaron que gracias a aquélla lograrían ofrecer hasta un total de 300.000 servidores; algo, según él imposible, menos aún si, como se presupone, éstos serán virtuales.
Comentarios directos
No ha escatimado en caracteres, y durante horas estuvo dando a entender a sus seguidores y resto de usuarios de la red social el engaño que supuestamente habría cometido la fabricante norteamericana: “Puedo llegar a ofrecer 10.000 servidores virtuales y simplemente darían asco. Decir 300.000 virtuales es una mentira“, se leía en uno de sus mensajes al respecto.
Eso sí, el propio desarrollador pedía a fabricante más información acerca de la cuestión, con el fin de que aclare cómo puede ser viable dicho despliegue desde el momento de su lanzamiento, dados los altos costes que ello supondría: “Que un periodista calcule el coste de la instalación y mantenimiento anual de 300.000 servidores y luego pregunte de dónde vendrá esa enorme cantidad de dinero”, se leía en otros dos tuits.
Siguen con los ataques
El creativo asegura que su comentarios directos a dichos comentarios responden a un deseo de desfogarse “contra los compulsivos engaños de las grandes compañías”, que se comportan como “si creyeran que el público es estúpido”. Duros ataques que culminan con un calificativo de “gilipollez” con respecto a las posibilidades de que la nube permitiría mejora el rendimiento visual de los juegos funcionando en la consola.
¿Qué os parece esta nueva polémica? ¿Es razonable este ataque directo? ¿Se ha excedido en sus comentarios? Sea como fuere, esperamos que Microsoft explique qué posibilidades reales nos ofrece esta gran novedad en Xbox One.
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