Impresiones de Assassin’s Creed IV Black Flag para PS4

Apenas queda un mes para que Assassin’s Creed IV Black Flag salga a la venta en España para PS3 y Xbox 360, aunque la versión que jugamos en las oficinas de Ubisoft lo hará un poco más tarde, cuando PS4 y Xbox One salgan a la venta a lo largo del mes de noviembre.

Ubisoft nos invitó a sus oficinas hace unos días para probar una beta de la versión de PS4 y pudimos ponerle la mano encima para ver qué tal está (desde lo que vimos en Gamescom) y no sólo en lo que a gráficos se refiere, sino también en su jugabilidad, en el mundo abierto que dicen que va a tener desde que Ubisoft lo anunció a bombo y platillo hace unos meses.

Pero antes de empezar, hay que decir alguna cosilla. Y es que Assassin’s Creed IV Black Flag será el juego más grande de toda la serie y en el que han estado trabajando en paralelo (con Assassin’s Creed III hasta que salió) desde hace varios años. Lo que quita de un plumazo cualquier sospecha de improvisación y oportunismo de Ubisoft a la hora de desarrollar esta cuarta entrega argumental, pero sexto título de la serie.

El Caribe, un escenario inmenso

Uno de los puntos importantes del juego es su mundo abierto, su espírritu ‘sandbox’ que lo inunda todo y que nos quedó patente en el rato que lo jugamos. A diferencia de otros títulos de la saga más encorsetados, en Black Flag podremos elegir hasta cierto punto cuánto queremos jugar en tierra firme y cuánto en el mar, llevando la aventura hacia la parte que más nos guste. Esto no siginifica que dejaremos de hacer cosas o misiones principales, pero si decidimos ‘pajarear’ un rato y olvidarnos de la trama principal, siempre podremos hacerlo.

Ubisoft ha planteado la historia de Edward Kenway con un argumento que se reparte en un 60-40, es decir, 60% del total de las misiones subidos en un barco en alta mar y un 40% de tareas que cumplir en ciudades y demás asentamientos en tierra firme. A partir de esas cantidades luego podemos movernos nosotros libremente y subir al 80 o el 90% el mar, la navegación, los abordajes, las misiones submarinas, etc. Y al revés. Si nos sentimos más cómodos andando por las ramas de los árboles o los campanarios de alguna capital, podremos hacerlo tranquilamente.

Esto nos lleva a que como piratas que somos, no tengamos bandera de ninguna de las naciones que se están repartiendo el Nuevo Mundo. España, o mejor dicho, la corona de Castilla, e Inglaterra, serán los principales actores a los que tendremos que enfrentarnos para conseguir riquezas. Aunque habrá más facciones y con todas podremos establecer ‘ciertos’ vínculos diplomáticos o no. Es decir, navío que veamos, navío que abordamos tras cañonear sus mástiles.

Ese mapa del mar Caribe incluye algunas ciudades importantes como La Habana, Puerto Príncipe o Isla Tortuga, mítico asentamiento pirata del siglo XVI. Pero también decenas de islas, archipiélagos y mundos submarinos donde se esconden tesoros y peligros. Y es que Ubisoft ha ideado las misiones para que acabemos visitando casi todos los rincones que ha diseñado y habrá momentos en los que, ayudados con una campana para respirar, podremos visitar las profundidades.

Maneja bien tu barco, tu tripulación y los cañones

Al comenzar el juego no tendremos un invencible galeón, aunque sí una pequeña nave que tendremos que gestionar. Y es que en Assassin’s Creed IV Black Flag podrees posiblemos ir haciendo mejoras en todos los aspectos de la embarcación para permitirnos, cada vez, enfrentarnos a enemigos de mayor calado. Así, será importante conseguir botines rápido para mejorar los cañones o aumentar la capacidad de los tripulantes, lo que nos garantizará en los abordajes el éxito. Y una vez que hayamos derrotado al enemigo, podremos hacernos con su barco (si no lo hemos dejado muy perjudicado), sus hombres y sus riquezas.

Os podéis imaginar lo importante que es que nuestro barco esté en perfectas condiciones para la batalla y que gestionemos bien los recursos que nos va dando el juego con cada misión. De ahí que el título de Ubisoft nos da en todo momento la oportunidad de labrarnos nuestros futuro lejos de la historia principal para que, en caso de que la retomemos, lo hagamos con un vagaje mayor, mejores armas y una tripulación experimentada en la lucha.

Los barcos son fieles reproducciones de los utilizados en el siglo XVI y hay pocos detalles que no se hayan cuidado. Por no decir ninguno. Uno de los pocos, y esta hecho aposta, es el de la bandera de los navíos españoles. Al parecerse tanto los que portaban entonces los barcos de la corona de Castilla y los de la corona inglesa, en Ubisoft no han querido confundirnos esperando a que sea demasiado tarde cuando les veamos venir y a las embarcaciones españolas las podremos ver desde lejos por los colores rojigualdas de la actual enseña nacional.

Sobre las batallas navales no hace falta añadir mucho, ya habréis visto vídeos bastante ilustrativos y que dan una idea de lo que hay que hacer, pero es importante recordar que no sólo se producirán entre navíos, sino también con las fortalezas que custodian algunas de las ciudades del Caribe. El armamento dependerá de cómo queramos atacar a los enemigos. Hay quien prefiere potencia para hundir al enemigo cuanto antes sin reparar en los daños que se ocasionen o las pérdidas que se produzcan. En el caso de los piratas, siempre es bueno causar el menor daño posible, abordar y acabar (o reclutar) con los tripulantes para que el botín sea mayor.

Según lo que decidamos preferiremos munición para inutilizar las velas del enemigo que reduzan su maniobrabilidad o proyectiles pesados para romper el casco en mil pedazos. Ya os digo que según cómo queramos jugar, así tendremos que equipar nuestra embarcación.

En tierra firma también hay vida

Una de las cosas que más nos gustaron de la demo que vimos es que cuando ponemos pie en tierra parece otro juego. Los objetivos cambian y podremos hacer muchas tareas así, de repente, según decidimos que es mejor ponernos a hacer otra cosa. Por ejemplo, conseguimos llevar nuestro navío hasta una isla desierta en la que había muchos animales y algún asentamiento en el que teníamos como objetivos secundarios despellejar y obtener pieles.

Assassin’s Creed IV Black Flag no llega a ser un MMORPG en el que los materiales nos permiten fabricar otros objetos y comerciar con ellos para ganar dinero pero anda cerca, y este detalle puede hacernos pensar en el camino que Ubisoft estaría labrando ya para futuras entregas de la saga. ¿Algo online?

Fue curioso ver por el camino hacia esa isla, cómo nos cruzamos con algunos navíos ingleses y españoles que empezaron a pegarse cañonazos unos con otros. Nosotros, como estábamos en modo ‘sandbox’, pasamos de largo y fuimos a lo nuestro sin que nos molestaran.

La segunda pantalla llega al juego

Ubisoft, en este plan a largo plazo que parece tener, se vislumbra en muchas cosas de las que aparecen en el juego y, así, está diseñando una plataforma que nos permitirá tener una segunda pantalla (smartphones, tablets, etc.) en la que podremos consultar, e interactuar, mientras jugamos (y cuando no) con Assassin’s Creed IV Black Flag. Se trata de una aplicación que nos dejará ver lo que llevamos hecho en la historia, las misiones, repetirlas, revivirlas e incluso hacer búsquedas de tesoros en función de objetos o pistas que hayamos conseguido jugando con la consola.

Es un plan muy ambicioso y que funcionará bajo Uplay. Y no os podemos contar más por que no nos dejan, pero os podemos avanzar que esa segunda pantalla no se limita sólo a este Black Flag y hay planes de ir más allá. En cuanto nos dejen decir más cosas (Ubisoft) os las contamos…

Asesinos, Templarios y Abstergo

Llevamos aquí tres cuartas parte del artículo hablando del mar y parece que la vieja guerra entre asesinos y templarios ha desaparecido, cuando no es así. Edward en este juego no ‘nacerá asesino’ sino que más bien se ‘hará asesino’ y según nos cuentan desde Ubisoft, quedarán bastante claros los motivos de esa decisión. Obviamente, eso significa que en mucha parte del juego nuestro protagonista no será un ‘assassin’ 100% como los de otros títulos de la saga pero todo lo que viva hasta ese momento será importante para los que operan desde Abstergo en el ¿futuro?

Precisamente, en un momento de la demo nos escapamos de la parte marítima del juego y salimos del Animus para ver qué se cocía en las oficinas de Abstergo. Vimos un decorado muy futurista que daba toda la sensación de que estábamos en una agencia de esas que hay en las novelas de Philip K. Dick (¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas?) donde te implantan recuerdos o juegan con ellos. Había ordenadores, más gente esperando en algunas salas, una imagen de la protagonista de Assasin’s Creed Liberation (de PS Vita) en una de las salas del Animus y una estantería con figuritas de personajes del juego, en plan coleccionista. ¿Acaso algún descendiente o pariente de Desmond sueña con asesinos? ¿Acaso esas figuritas son para confeccionarte un recuerdo a medida? Pronto lo sabremos…

¿Y qué tal va en PlayStation 4?

Si nos ceñimos exclusivamente al apartado técnico de la nueva máquina, la verdad es que se nota una mayor definición en la imagen, en las texturas y en todos los elementos de pantalla. Esa es básicamente la diferencia más grande sobre otras ‘demos’ del juego en PS3, amén de una suavidad general realmente espectacular. Assassin’s Creed IV Blasck Flag parece moverse todo el rato en 60 fps (como ya le ocurría a Battlefield 4). También es cierto que estábamos jugando en una pantalla de unas 37 pulgadas, que teníamos muy cerca y que daba vértigo mirarla y todas esas cosas se notaban casi cerrando los ojos…

Evidentemente el cambio de generación se nota pero es menos violenta esa diferencia que cuando, por ejemplo, pasamos de PS2 a Ps3. Ahora hay detalles que se aprecian y que los jugadores ‘expertos’ sabrán ver, pero alguien que no esté muy acostumbrado no apreciará grandes cambios, sobre todo cuando hablamos de una máquina que saldrá a 399€ y la de la actual generación ya puede encontrarse por la mitad y dando unos resultados máas que excelentes.

Eso sí, Ubisoft no va a dejar que esperemos hasta noviembre para jugar en PS4: si queremos podremos comprar la versión del juego en PS3 y luego, por apenas 10€, seguir en PS4 recuperando la partida para disfrutar de un mejor engine, suavidad, calidad de las texturas, efectos y todas esas cosas que vuelven locos a los ‘gamers de pro’.

¿Ganas de que llegue? No, lo siguiente.

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