La saga Devil May Cry siempre ha contado con una comunidad de jugadores muy fiel. Desde que el primer título se puso a la venta, Dante ha gozado de gran aceptación entre los jugadores, y buena prueba de ello son las numerosas entregas que fueron saliendo al mercado. Sin embargo, con el anuncio de DmC la tónica cambió radicalmente, aunque las dudas eran más que razonables.
El look estético del protagonista había cambiado diametralmente: todo lo que un día fue Dante se había perdido y Capcom había decidido realizar un reboot al igual que la saga Tomb Raider. Las críticas fueron duras y el estudio suavizó su diseño hasta el definitivo que llegó al mercado. ¿Qué ocurrió cuando esto pasó? Pues que a pesar de las críticas recibidas, el producto entregado era notable, como bien evidenciaron las reseñas de prensa y jugadores (vendió más de un millón de copias).
Una remasterización
Capcom sabía que había parido un juego bastante bueno, así que dos años después, y siguiendo la moda de las conversiones, nos ofrece una remasterización del juego original para PlayStation 4 y Xbox One.
La clave es sencilla: cambiar a nivel estético y jugable todo aquello que pudiera fallar. Para ello, se eleva la tasa de frames hasta 60 y se establece una resolución de 1080p, todo acompañado de nuevas texturas en personajes, escenarios y cinemáticas. Asimismo, se añaden todos los contenidos descargables lanzados hasta la fecha, acompañados por correcciones de bugs y leves mejoras en los controles (además de una nueva composición en todo lo que respecta a la dificultad de los enemigos).
Podríamos contarte muchas más novedades que incluye, pero mejor que os paséis por el análisis correspondiente que hemos publicado.
El artículo Análisis y conclusiones de DmC Definitive Edition para Xbox One (vídeo) se publicó en GamerZona.
FG_AUTHORS: Nacho Requena
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