Según los datos desvelados por el portal GameInformer, la productora y distribuidora norteamericana ha distribuido millones de dólares entre sus actuales y antiguos ejecutivos mientras presenta resultados calificados como “decepcionantes” y lleva a cabo el cierre de estudios considerados demasiado caros. ¿Así afronta la crisis Electronic Arts?
De todos es sabido que la industria de los videojuegos actualmente no pasa por su mejor momento. Bien es cierto que los resultados del último mes obtenidos en Reino Unido hablan de una cierta recuperación en ventas, pero por ahora dicha circunstancia se puede considerar aún una gota en un mar donde la caída en la actividad de compra-venta sigue cayendo.
Varias son las circunstancias que han llevado a dicha situación, empezando por la crisis económica mundial, que ha hecho disminuir considerablemente el conjunto de potenciales consumidores y un cambio de actitud de éstos, racionalizando en mayor medida sus compras.
Otro responsable, y que algunas compañías han esgrimido como la principal causa es el cambio de ciclo, un periodo habitualmente de contracción en ventas, a la espera de la llegada de la nueva generación de consolas.
Una tercera opción es sin duda alguna una mala estrategia de funcionamiento en muchas compañías, que a su vez arrastran a otras: enormes inversiones en juegos y en su promoción; precios demasiado altos, puntuales fracasos de títulos potentes pero sin gancho, y quizá un cierto despilfarro en determinados estratos de las compañías que hacen encarecer los precios.
Sea como fuere, lo cierto es que ni las firmas más grandes han logrado salir inmunes de esta galopante crisis: nombres como Ubisoft, Nintendo, Sony o Electronic Arts han visto como sus resultados financieros han estado por debajo de las previsiones y cómo sus beneficios han caído con respecto a la de los años pasados.
En algunos casos son alarmantes, y de hecho recientemente se llevó por delante a una firma tan emblemática como THQ, que se vio obligada a vender todas sus franquicias, mientras que otros, simplemente, han visto recortados sus beneficios.
La situación de EA
Es el caso que nos ocupa, cuyos resultados se dieron a conocer a comienzos de este año y donde se podía ver cómo la compañía había dejado de ingresar nada menos que 381 millones de dólares en comparación con el año anterior. Unas pérdidas que la distribuidora achacó rápidamente al fracaso de Medal of Honor: Warfighter, que pasó sin pena ni gloria en la mayoría de países, a pesar de la intensa campaña promocional, y al ya comentado cambio de ciclo.
Lógicamente, en momentos como éstos, como toda compañía, comenzó con sus reestructuraciones, con el fin de adaptarse a esta coyuntura, y ello pasó con los habituales despidos y cierres de estudios, como el que sufrió los que BioWare tenía en San Francisco, que EA calificó como “demasiado costosos” para su mantenimiento.
Salarios al alcance de pocos
Algo que podría ser comprensible pero que choca con la última información en torno a la compañía. Porque parece que no todos están sufriendo por igual esta situación. Y es que según ha desvelado GameInformer, el recién nombrado nuevo CEO de la firma, Larry Probst, se ha adjudicado un sueldo de 1,03 millones de dólares al año, es decir, más de 800.000 euros cada doce meses. Y ello es sólo el sueldo base, pues cobraría un plus extra en caso de mejorar los resultados de la compañía.
Pero a ello hay que sumar los más de 4,7 millones de dólares que suma la indemnización acordada entre ésta y John Riccitiello, por la que el antiguo CEO recibirá por los cinco años de servicio, según informa GameSpot.
Todo ello, al mismo tiempo que las acciones caía más de un ocho por ciento en bolsa, tras el anuncio del adiós de Riccitiello. ¿Es ésta la mejor estrategia de cara a afrontar la crisis del sector?
Posibles consecuencias
Porque está claro es que estos sueldos, sumados a otros similares entre el resto de los altos ejecutivo, repercutirán claramente en otros sectores, con el fin de hacer frente a dichos gastos a través de dos medios. Por un lado, a través de recortes en los salarios de otros trabajadores e incluso con despidos, como el ya mentado cierre de BioWare San Francisco, que echó a la calle a más de 30 empleados (a los que sumar a los antiguos despidos en los mismos estudios).
Por otro, como punto clave en ese proceso de inflación de los costes de los diferentes títulos, o lo que es lo mismo, encarecer el precio con que los juegos llegan a nuestras tiendas, con el fin de obtener el máximo beneficio posible y asumir así los salarios de estos ejecutivos. ¿Qué pensáis de todo ello? ¿Es adecuado en estos momentos salarios tan altos?
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