La joya de Irrational Games vuelve a ser centro de la polémica, en esta ocasión, por temas tocantes a la religión, a raíz de las quejas de un usuario que se ha mostrado profundamente molesto por una escena concreta del juego. Un hecho que no pasaría de anecdótico si Valve no hubiera decidido reembolsarle la cantidad que pagó por su copia de BioShock Infinite.
Y decimos regresa porque si bien recordamos, durante los primeros meses tras su presentación oficial, se habló, y mucho de un determinado aspecto de la protagonista del juego, Elizabeth. Concretamente, se llegó a crear una polémica y un fuerte debate sobre los pechos de aquélla y, en menor medida, su cintura excesivamente estrecha, con numerosos comentarios a través de Twitter y en los foros oficiales.
La situación llegó hasta tal punto que uno de los principales creadores del título, Ken Levine, salió a la palestra para contestar a los comentarios al tiempo que mostraba su contrariedad por la discusión: “Me siento un poco decepcionado cuando las tetas de Elizabeth y otras zonas curvas de su cuerpo se convierten en tema de discusión”, dijo en su momento.
Ahora, una vez estrenado y habiendo disfrutado casi dos millones de jugadores las maravillas del título, vuelve a surgir la polémica a su alrededor, aunque en esta ocasión por cuestiones puramente religiosas.
Y es que un usuario, que responde al nombre de Breen Malmberg, que se considera cristiano devoto, ha mostrado públicamente su malestar por un hecho concreto acaecido en el juego, que no es otro que el del bautismo inicial del protagonista.
La ofensa, según el mentado usuario (cuya queja la ha hecho saber a través de una carta recogida por el portal Kotaku) surge a raíz de que dicho rito se realiza de manera forzada, es decir, que recibimos como una imposición, como paso necesario para poder entrar en la ciudad de Columbia; algo que el mentado usuario considera “una blasfemia”, por lo que decidió dejar el juego.
El caso no pasaría, como decíamos, de anecdótico si la queja no hubiera sido acompañada por una reclamación contra Steam para la devolución de su dinero. La noticia ha estallado cuando Valve, responsable de la plataforma de distribución, ha aceptado, según CVG, dicha reclamación y ha decidido reembolsar toda la cantidad del título.
Si bien se puede considerar que el título deja entrever la gran vinculación del cristianismo y la política llevada en Columbia (recordemos, una ciudad situada en los cielos), y una simbología en ocasiones burlesca, ¿es justa la reclamación? ¿Es realmente ofensivo el episodio del bautismo? ¿Pensáis que tiene alguna connotación negativa el episodio? ¿Está Irrational Games ofreciendo algún tipo de simil? ¿O más bien la polémica es fruto del extremismo que acampa en cada una de las grandes religiones?
El artículo Vuelve la polémica a BioShock Infinite se publicó en GamerZona.
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