Microsoft ha anunciado que todos los títulos que quieran ver la luz en su nueva consola deberán contar con una distribuidora, lo que dificultará el impacto del sector indie, que podría ver, entre otras consecuencias, cómo sus títulos se encarecen en Xbox One ante la presencia de intermediarios.
Lógicamente, el encarecimiento de su producto le hará menos atractivo al público, además de ser un ataque directo al espíritu de estos pequeños estudios: ofrecer sus limitados recursos por precios muy asequibles (o incluso nulos). Y todo ello por la exigencia de la fabricante de que todos aquellos juegos que lleguen a la consola deberán tener un distribuidor que se encargue de su estreno.
Todo ello es una consecuencia de su decisión de eliminar la categorización de los juegos que lleguen a la consola (eliminación de la división entre Xbox Live Arcade, Xbox Live Games on Deman y Xbox Live Indie Games), para de esta manera tratar a todos bajo las mismas condiciones, aunque ello, paradójicamente, pueda traer una gran desigualdad.
Consecuencias negativas
Porque con esa decisión, se obligará a estos estudios a buscar una productora que avale su producto, lo que podría traer, como decíamos, una serie de consecuencias en contra del proyecto.Quizá, el más grave sea el de interferir en el propio juego, ya que las distribuidoras, al ser ellas las que invierten el dinero, podrían querer modificar algunos aspectos que no les convenzan o aplicar otros nuevos.
Para el usuario, ya lo hemos apuntado, la principal consecuencia es un precio más elevado del habitual para este tipo de juegos, por una razón muy sencilla: la búsqueda de beneficios no sólo de la desarrolladora, sino también de la productora, para lo cual se inflan los precios; algo que siempre ocurre con la presencia de intermediarios.
Explicaciones
Con esta medida, la compañía no sólo quiere igualar las condiciones de todos los juegos, sino que pretende igualmente que todo lo que llegue a la plataforma tenga un mínimo de calidad suficiente, garantizado, según parece, por el apoyo o no de una productora, y de esa manera no saturar al usuario de un catálogo infinito donde muchos juegos, quizá, sean desechables.
Continúa la tradición
En realidad, la compañía norteamericana no ha hecho más que aplicar en la nueva consola lo que ha hecho en 360 con Xbox Live Arcade, un sistema que, por cierto, le ha valido toda una serie de críticas por parte de muchos estudios alternativos, si bien hasta hace bien poco seguía siendo la plataforma que más apoyaba este tipo de mercado.
Reacción de la competencia
De esta manera, la fabricante estadounidense se desmarca del camino abierto tanto por Nintendo como por Sony en sus nuevos proyectos, pues ambas ya anunciaron (y la primera ya lo está aplicando) que abandonan la estructura cerrada de sus anteriores consolas para abrirse de par en par al sector alternativo.
De esa manera, tanto Wii U como por PlayStation 4 permiten (o permitirán) a los estudios publicar sus juegos por ellos mismos, sin necesidad de distribuidora ajena. Ello, claro está, hará que la oferta indie en estas dos consolas sea más amplio que para aquélla, ya que las productoras no apoyarán todos y cada uno de los proyectos.
¿Qué os parece la decisión de Microsoft? ¿Cuál de las dos posturas os parece la más adecuada? Sea como fuere, la nueva Xbox One sigue desvelando sus secretos día a día.
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