La compañía de Redmond ha vuelto a insistir que no entre sus planes no se encuentra un hipotético bundle de la consola sin su sensor de movimiento y voz, a pesar de la insistencia de varios analistas. Xbox One sigue confiando en su principal dispositivo, a la espera de que lleguen títulos y funciones que la integren de manera definitiva.
Porque, en honor a la verdad, hasta el momento el nuevo Kinect no ha pasado de ser una herramienta secundaria, tan sólo utilizada en determinados juegos específicamente diseñados para ello, a pesar de que desde la compañía norteamericana prometieran que en esta generación se daría la integración definitiva del dispositivo.
Cierto es que todavía es muy pronto para juzgar si estaban o no en lo cierto y si es justificable o no su estrategia de no venderlo por separado, pero, por ahora, no parece que los grandes proyectos a coto y medio plazo vayan a hacer un uso indispensable del sensor.
Tanto que el debate sobre dicha estrategia ha surgido entre varios analistas y algún que otro medio. Porque ante la situación actual de desuso del aparato, abogan por que MS ponga al mercado una versión de su consola sin el mentado Kinect con el fin de obtener un objetivo concreto: reducir costes y con ello reducir el precio del mercado. De esta manera, One aumentaría su interés entre los consumidores y daría un impulso a sus ventas, que han ido quedando relegadas con respecto a las de PS4.
De su alto precio parece que son conscientes desde Redmond, y si bien hasta hace muy poco tiempo insistían en que aquél era el adecuado, ayer se confirmaba la primera rebaja oficial de la consola, si bien por ahora la oferta es sólo válida para Reino Unido.
Sin embargo, sean cuales sean los cambios que pudiera lleva a cabo en su estrategia de mercado, la consola seguirá siendo vendida junto al sensor, ya que desde la compañía siguen pensando que éste “es absolutamente una parte integrada de la experiencia con Xbox One”, señala Harvey Eagle, director de marketing de la compañía en Reino Unido, en una reciente entrevista a Eurogamer.
Y esa condición cierto es que no la constituyen los juegos sino su aportación al apartado social de la plataforma, uno de los principales objetivos de esta generación de consolas: “Echad un vistazo a esos miles y miles de vídeos de juegos que han sido posteados por gamers […] simplemente al decir ‘Xbox, graba esto’ […] Es un gran ejemplo de cómo Kinect hace mucho mejor la experiencia” en la nueva consola, asegura.
¿Creéis que debería optar por venderlos por separado? ¿O tienen fundamento estas declaraciones para considerarlo indispensable? ¿Cómo podían generalizar la rebaja de su precio al resto de territorios? Mientras tanto, seguiremos esperando a que la oferta para explotar Kinect se amplíe de manera definitiva.
El artículo Microsoft se reafirma en que no lanzará una edición de Xbox One sin Kinect se publicó en GamerZona.
FG_AUTHORS: Eduardo Jiménez
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