Gran parte de las últimas informaciones filtradas en torno a la nueva consola de la compañía no han hecho otra cosa que provocar críticas entre sus propios seguidores, especialmente motivadas por dos medidas polémicas: la famosa conexión permanente y la falta de retrocompatibilidad. ¿Es acertada la estrategia de la compañía para con Xbox 720?
Porque tiempo atrás, mochas voces habían dado por segura una victoria de la firma de Redmond sobre Sony en esta nueva generación, no sólo por la trayectoria de ambas en el pasado, sino, sobre todo, por la cierta decepción que supuso para muchos seguidores la presentación de PlayStation 4. Entonces, algunos se aventuraban a declarar que la compañía japonesa había dejado en bandeja la victoria a su rival.
Pero a medida que pasa el tiempo, parece que la fabricante norteamericana está empeñada en restarse puntos para ello, debido, fundamentalmente, a una serie de medidas que implementará en su nueva consola, y que no ha sido precisamente del agrado de los consumidores.
Es cierto que hay que advertir que hasta ahora, ninguna de las informaciones aportadas son oficiales, pero también lo es que todos los indicios apuntan a su veracidad, especialmente la medida que más polémica ha suscitado, y la que cuenta con mayor detractores.
Dos grandes razones
Ésa no es otra que la conexión permanente, o lo que es lo mismo, obligar a los usuarios a mantener la nueva consola conectada a Internet de manera continuada, como medida, se supone, para luchar contra la piratería y los juegos de segunda mano (esta última opción aún en el aire).
Ello, lógicamente, puede provocar, por un lado, que los consumidores que se encuentren en zonas con una conexión a la Red algo deficiente, tengan más de algún inconveniente a la hora de ejecutar los juegos, mientras que en regiones donde aún no hay un despliegue de las infraestructuras necesarias para que llegue la señal, directamente, no puedan hacerse con una consola.
Más polémica aún si cabe a raíz de los ya famosos comentarios de uno de los máximos responsables de la sección de videojuegos de la compañía, y que obligó a ésta a salir a la palestra para pedir públicamente perdón.
Otra de las medidas que no han gustado a sus usuarios es la ya aceptada carencia de retrocompatibilidad, es decir, la incapacidad de leer los juegos de Xbox 360; una decisión que parece ya tomada, dado el cambio de arquitectura que experimentará la nueva consola con respecto a ésta, y que hará que los usuarios sólo puedan jugar a los títulos que ya poseen con su antigua plataforma.
¿Jugando con fuego?
Son éstos los dos grandes motivos por los cuales los gamers han criticado duramente a la posición de la compañía. Ahora bien ¿repercutirá ello en las ventas? ¿Y en la expectación en su presentación? Lógicamente, Microsoft es consciente de que tiene mucho margen para no acabar decepcionando, dado la grandísima comunidad de fieles usuarios, especialmente en EEUU.
Pero ¿no está tirando mucho de la cuerda con estas medidas? ¿No se verá afectado en la lucha contra Sony? No olvidemos que tras una presentación un tanto descafeinada, PS4 está consiguiendo levantar cada vez más interés entre los consumidores. ¿Está desaprovechando una oportunidad única para erigirse como la gran dominadora del sector? ¿Pagará Microsoft su postura con respecto a la nueva Xbox?
El artículo ¿Está Microsoft minando el interés por Xbox 720? se publicó en GamerZona.
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